Que una empresa de telefonía te engañe no es cosa nueva. Creo que está contemplado en los estatutos de constitución de las compañías, en el párrafo 4, sección 2, por lo menos. Y da igual cual tengas, todas te estafan siempre que pueden y si no pueden, también. Mi caso con Vodafone va más allá del engaño, pasa a la caradura pura (oins un pareado). Os pongo al corriente:
Hace 2 años me cambié de tarifa al dar de alta la ADSL en casa. Me prometen el oro, el moro y el tesoro de Barbanegra - a partir de aquí me remito a lo que ellos me han contado-. Por un error, ponen un saldo a mi favor de 100 euros. Como tengo este dinero a mi favor, se dedican a abonarme facturas, con lo cual no mandan recibo al banco. Eso durante 6 meses, periodo en el que también tengo descuento en la ADSL. El día 27 de Agosto del corriente me mandan un mensaje diciendo que debo esos 100€ y que si no los abono me cortan el teléfono. Os podéis imaginar el soberano cabreo que pillo, y con los cuernos revueltos llamo a Vodafone. Me atiende la sudamericana de turno que me llama "Leidi" todo el tiempo y que "le abro una insidensia sí leidi me oye y nosotros la llamamos sí leidi..." (y tus castas toas, leidi tu p... madre). Al día siguiente me llama una española, más inútil que una caja de cerillas para encender una vitro, y me cuenta que han metido la pata, pero que yo tengo que pagar las facturas que hace 2 años no me pasaron al cobro. No puedo ver las facturas por la web, por ser tan antiguas y pido que me las mande por email, y resulta que no pueden mandar nada por email, que tiene que ser por fax. Cuando pido que me las manden por correo postal, me dice que las copias cuestan dinero. Ahí fue cuando me tocaron los huevarios de forma definitiva, y empiezo a jurar en arameo y a insultar en perfecto castellano...."amoavé armamía, que empresa en pleno siglo XXI no te manda las cosas por mail? si hasta mi madre lo hace!!" y me contesta tan pancha "pues nosotros no" y encima me critica mi forma de llevar las cuentas porque no me he dado cuenta de que mi banco no ha pagado las facturas de esos meses. "¿TE ATREVES A DECIRME COMO MANEJAR MI DINERO? ¿VOSOTROS QUE HABÉIS METIDO LA PATA HASTA EL PESCUEZO?" y va y me dice que bueno, que ya verán lo que hacen.
Lo que hacen es que no me mandan nada y me restringen las llamadas del móvil. Llamo día sí día también para que alguien me mande las putas facturas de una vez, porque no pienso soltarles los 100 napos sin justificante alguno. Ni me llaman de vuelta ni nada, dos semanas intentando solucionar el problema y la callada por respuesta. Me planteo el irme a otra compañía, y veo que Yoigo no tiene tarifas desorbitadas y me decanto por ellos. Portabilidad en 2 días y teléfono si me quedo con ellos 18 meses. Si no quiero teléfono no tengo compromiso de permanencia ninguno. Joder, chachi, pienso. Voy a intentarlo una vez más con Vodafone y si no soluciono nada, me voy a Yoigo ya.
Llamo y esta vez son todos sudamericanos, y la borde que me termina de tocar los huevarios, los cojones y hasta las amígdalas me suelta que las facturas me las manda por correo postal, pero que me van a tardar entre 7 y 10 días. Vendrá el cartero andando a la pata coja, porque ni del extranjero tardan tanto. Cuando le digo a la enterá que está al otro lado que la quiero en 2 días, me suelta que "entonces usted doña no quiere las facturas, porque si no quiere esperar 5 días (rebaja del 50%) es que no las quiere". PERO PEDAZO DE CABRONA, ¿TU ERES TONTA DEL CULO O QUE?, me dieron ganas de decirle, pero me acordé -y en mala hora- de mis buenos modales, y me limité a preguntarle si esa era la solución que me daba. Pozí, eso y que puedo perder el número de forma definitiva. Ya no puedo ni pensar del monumental cabreo y el subidón de adrenalina. Si la llego a tener cerca, ahora os estaría escribiendo desde Botafuegos.
Al final, claudico y pago, y a los 5 minutos estoy de Yoigo, haciendo la portabilidad, con el teléfono reservado y con la garantía de tener el número con ellos el viernes (o sea mañana). El teléfono lo recojo hoy. Pasada una hora, apenas vuelvo a casa, me suena el móvil y son los de Vodafone preguntando por qué me voy. Si ayer escuchasteis un grito extraño, era yo acordándome de las madres, de los muertos más frescos y de las castas todas de todos los accionistas de Vodafone y parte del personal. Dos semanas esperando que me llamen y tardan nada y menos en hacerlo cuando me las piro... ¡no hay que ser cabrón!. Por supuesto, me han puesto pegas para que me vaya... que si tengo permanencia (no, permanente y en los pelos del... sobaco, mal pensaos)... que "este problemilla puntual" (cuando le explico a la niñata española -cosa rara- lo que ha pasado) no es razón para irme -ehhnn???-. Tengo 6 llamadas perdidas (porque no lo cojo) y 4 mensajes desde ayer a las 8 de la tarde, hora en la que apagué el móvil -algo que no hacía en años, apagar el chisme-, hartita de ellos.
Así que ahora os cuento todo esto, para que los que tengáis Vodafone os andéis con más cuidado de lo normal, que a mí, después de 16 años de contrato y ni una sola factura devuelta, me han tratado como el culo, menospreciándome y haciéndome pagar un error de ellos, porque el cliente NUNCA tiene la razón.
Otro día os cuento la estafa de la ADSL, cuando se me "desrevuelvan los cuernos" y los huevarios -y las amígdalas que no tengo- vuelvan a su sitio y tamaño normal.
