jueves, 2 de diciembre de 2010

Somos progres 2

Alguien me ha mandado un correo en el que se dice que la Junta de Andalucía quiere implantar el árabe como segundo idioma extranjero. Eso es algo de lo que se lleva hablando tiempo. No me parece mal: me encantaría aprender árabe... y alemán y japonés y chino mandarín -que es más difícil que el chino cantonés-. Lo que escapa a mi entendimiento es que se quiera enseñar un segundo idioma extranjero cuando ni siquiera son capaces de enseñar el primero. Si no es porque la gran mayoría de los alumnos de este país aprenden inglés en academias particulares, aquí no lo hablaba ni Dios. Para ejemplo, aunque sea malo, Zapatero. Y ya ni te cuento si nos metemos con deportistas. No es que mi nivel de inglés sea alto, pero cuando escucho a Nadal o a Fernando Alonso, hasta yo me doy cuenta de los errores. Somos el país de Europa en el que peor se enseña idiomas (cuando lo hacen) y sólo hablamos un idioma extranjero, y mal.

Pero que se enseñe árabe no es tan malo. Yo, personalmente, preferiría que se enseñara el lenguaje de signos, que en clase se pudiera hablar tanto con la voz como con las manos, lo que supondría la verdadera integración de las personas sordas. Lo peor es que se quiere implantar el flamenco como asignatura. Eso sí que es demagogia pura y dura. ¿Te imaginas una evaluación de flamenco? ¿Y si, como a mí, se te da el flamenco como el mismo culo? No tengo gracia, ni compás, ni salero, ni ná de ná. Fijo que cateaba. Ni las matemáticas se me dan tan mal. Además no me gusta, por muy andaluza que sea y por mucho que me alegre que se haya nombrado Patrimonio intangible de la Humanidad. ¿Y cómo serían los exámenes?: has dado una palmada de más, te quito medio punto, y por taconear dos veces en vez de tres, te quito otro medio.¿Y en las tutorías?: mire usted señora, su hijo tiene unas notas envidiables en todas las asignaturas, pero no progresa adecuadamente en flamenco porque no sabe llevar el compás, así que no tiene futuro ninguno. Lo dicho, demagogia.

Ya la fastidiaron bien con la asignatura de Educación para la Ciudadanía. Los sociatas son todos muy progres, muy liberales, pero esto huele a fascismo que te cagas. Es una versión de lo que en la época de Franco se llamaba "Formación político-social". Pero ni se te ocurra decirlo, porque entonces la fascista y retrógrada eres tú. Se han cargado la enseñanza: los niños de hoy en día aprenden un 20% de lo que nosotros -cuarentones y alrededores- aprendíamos en nuestra época, las asignaturas son repetitivas y los profesores no se salen del temario ni por equivocación: esto es lo que hay que enseñar este año y eso se enseña, porque si añades algo más, ya estás fastidiando al profesor del año siguiente. Los niños con 6 años apenas saben leer -yo lo hacía con 4 y como yo, casi todo el mundo-, con lo que se les limita el acceso a los libros. Quieren fomentar la lectura, pero enseñan a los niños tarde y les obligan a leer los libros más chorras que he visto en mi vida. Cuando un niño tiene la capacidad lectora suficiente para entender un libro, ya está harto de jugar a la Play, a la Wii o a la Nintendo. Para qué quiere un libro, si maneja la consola como si hubiera nacido con ella pegada a los dedos. No les hables de Los Cinco, de Sandokán o del Capitán Nemo -para ellos fue el pececito que se perdió- porque les suena a chino (cantonés o mandarín, el que queráis), y no solo a los niños, porque a algunos padres también les suena a chino.

Enseñemos árabe, enseñemos flamenco, enseñemos a nuestros hijos a ser unos ciudadanos progres, pero, por favor, ni se nos ocurra enseñarles a pensar por sí mismos, a descubrir el mundo en un libro, a disfrutar de la aventura de leer. Dios nos libre, porque seremos unos padres fachas y retrógrados, y eso no se puede tolerar en nuestra sociedad tan "avanzada". Para matarlos, a todos, despacito, para que les duela.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Somos progres

Esa es la imagen de España que se ha empeñado el gobierno en exportar: somos un país de progres, ni siquiera progresistas, sólo progres, porque no tenemos la categoría suficiente para usar la palabra completa. Somos el "ejemplo de Europa", aunque ello conlleve hacer el ridículo día sí, día también. Somos los primeros en autorizar la unión de parejas del mismo sexo (no pienso llamarlo matrimonio y ahora os cuento por qué), en realizar "bautizos civiles" (otra aberración y lo mismo que antes, aplazo la explicación), en llevarnos bien con todos, de buen rollito, sin acritud. SOMOS UNA VERGÜENZA PARA EL MUNDO, y me meto en el ajo, como española que soy. Claro ejemplo es la que se ha formado con las filtraciones de Wikileaks.

Nos mangonean los americanos, los marroquíes y hasta los guerreros batutsis de África. Somos progres, y todo sea por ser los más liberales del mundo mundial. Así nos va, que no nos hace caso ni Dios. Y cuando realmente se necesita que España intervenga de forma activa (léase Sáhara), miramos para otro lado. Que los americanos quieren que se olvide que sus soldados mataron a un periodista español, no problemo. Que Marruecos quiere meterle mano al Sáhara de una vez por todas, no pasa nada, distraemos a la gente con alguna parida política y que los telediarios sólo hablen de eso. Que nos mandan presos de Guantánamo, mejor, ponemos la manita, atrincamos el dinero y todos tan panchos. Todo sea por ser los más enrollados. Me pone de los nervios.

Es como lo del matrimonio de parejas homosexuales. Soy la primera que apoya que los derechos (y obligaciones) sean iguales para una pareja, sean quienes sean los que la componen. Considero que el amor no entiende de sexos. Pero no es matrimonio, no se puede emplear la palabra etimológicamente hablando. En un lenguaje tan rico como es el español, no me explico por qué no nos inventamos una palabra que defina a todas las uniones, no sólo las hetero o las homo. Lo mismo pasa con el bautismo: es un sacramento, ligado a la religión. Ni de coña se puede hacer de forma laica. La misma leche que con lo del matrimonio. Inventemos una palabra para celebrar la inscripción de nuestro vástago en el registro civil. Lo más gracioso es que llevan al bebé con un vestido que siempre se ha llamado "de cristianar. ¿Ahora te cristiana un concejal? Tal y como está el patio, la verdad es que no tenemos mucho donde escoger: o lo hace un cura pederasta o un concejal corrupto. Así salen los niños luego, que no hay quien los gobierne. El caso es aparentar y dar un convite, que en este país la gente es muy criticona y a saber que dirán si no bautizas al niño y montas el jolgorio.

El caso es ser más liberal que nadie, en sacarnos de la manga la gilipollez más gorda, más de cara a la galería, que salga en los telediarios (da igual la cadena, pareces que estés viendo una repetición), mientras el resto de Europa, del mundo y parte del extranjero se descojona a nuestra costa. Se ríen hasta los marcianos.

Publicidad engañosa

Estas dos palabras os son familiares, seguro: champús maravillosos, cremas antiarrugas milagrosas, en fin, que nos venden el oro y el moro a costa de nuestra credulidad. Y lo sabemos. Pero, ¿qué sucede cuando la publicidad engañosa la hace el Estado y la pagamos todos?. No lo digo por la propaganda política, sino por los anuncios de la DGT (Dirección General de Tráfico). Anuncia a bombo y platillo la facilidad para gestionar las multas por Internet, que somos muy modernos en este país y eso de pagar la multa al meningrin (o sea, Guardia Civil) de turno, pues es muy facha y retrógrado. Ahora todo es por Internet, que ya que sabemos que está ahí, tenemos que usarlo como sea.

Empecemos: primero, te tienes que dar de alta en la web de la DGT para que te comuniquen las multas, con lo cual, ya da por sentado que vas a infringir la ley antes de hacerlo. Después viene la odisea de intentar darte de alta. No lo he probado, pero Lidita sí. Aclaro que no es porque Lidia conduzca mal, sino que lo hace para los coches de la empresa donde trabaja, que alguno se ha saltado el límite de velocidad más de una vez. Me mandó un correo donde me explica las mil y una peripecias para poder darse de alta. No hay forma. Después de intentarlo infinidad de veces, me cuenta que no puede darse de alta porque "el sistema no puede realizar la operación". La página es confusa, no funciona bien y no puedes hacer el trámite tan anunciado. Si intentas hablar por teléfono, olvídalo. Después de toda la mañana intentando que te cojan la llamada, cuando lo hacen se corta. En fin, que la campaña nos cuesta un pastón, se gastan nuestro dinero en un anuncio chorra y la web ni funciona, y para colmo, las multas te las comunican fuera de plazo, con lo cual no puedes reclamar el descuento por pronto pago. Eso se llama afán recaudatorio. Nos fríen a radares, los límites de velocidad son poco reales (en algunos casos ridículos) -y que conste que los respeto, que no soy de las que van a carajo sacao aunque tengo coche para eso y para más-, los trazados son poco seguros, con curvas peligrosas donde debiera haber una recta, peraltadas al revés y con un asfalto que se convierte en una pista de patinaje apenas caen cuatro gotas, baches, socavones y desniveles. Y los Guardiaciviles malpagados, presionados y denostados por el resto de los ciudadanos. Nada nos jode más que nos pare la Meretérica y nos multen, pero en mi caso, os digo también que no hay nada más alentador que aparezcan cuando te has quedado tirada con el coche.

Y pregunto yo: si los Meningrin están malpagados (eso seguro), la web no funciona, no podemos reclamar las multas porque nos las mandan fuera de plazo y las tienes que pagar sí o sí, ¿dónde porras va el dinero? Pues la mitad a los anuncios de la tele y la otra al bolsillito del cabrón de turno, que mucho decirnos que usemos las nuevas tecnologías, que en España llevamos retraso en esto (y en más cosas) con respecto al resto de Europa. ¡¡¡Y UNA MIERDA!!!!!. Como siempre son los politicastros gilipollos que nos gobiernan los que están a la cuarta pregunta de todo, que hasta mi sobrina es capaz de manejar el ordenador mejor que ellos.

No sé porqué me da a mi que la primera versión de la página de la DGT la diseñó el señor Timmy, el mono que le escribe los guiones  a Krusty el payaso (si sois fans de Los Simpson, lo entenderéis), y claro, seguro que lo hizo bien, algo que no pudo consentir alguno de los lumbreras lameculos del ministrillo de turno, que hizo las sugerencias que le salieron de la punta de la p.... (frena, que te pierdes) y así se ha quedado, en nada, como siempre.

Conclusión, prefiero que me engañen intentando venderme la crema antiarrugas. Por lo menos los anuncios parecen creíbles.