domingo, 4 de octubre de 2015

Y el sambenito es para...

Tocada de huevarios como hacía tiempo que no me pasaba. Leo la noticia y no me lo creo. Hállome perpleja, patidifusa y anonadada (y sí, he estado jugando con el diccionario otra vez). Nada menos que todo un señor inquisidor se ha declarado gay y encima lo ha comunicado con su pareja al lado. NOOOOO!!!! vamos a ir todos al infiernooooo!!!!

No es que me importe mucho, porque yo voy al infierno de todas todas, pero me confunde la noche. Un cura sale del armario y lo crucifican (irónico, lo sé). Sin embargo a un cura pederasta se le reubica, se le lleva a un retiro, lo que sea, pero no se le expulsa de la Santa Madre Iglesia Católica Apostólica Romana (ufff, me quedado sin aliento nada más de escribirlo). ¿Me he perdido algo? Y lo que más me confunde (aparte de la noche) es el hecho de que lo echan porque sus declaraciones han sido muy inoportunas, justo un día antes de empezar el Sínodo Ordinario por la familia. ¿Qué familia?.

En un mundo donde cada vez es más frecuente ver a parejas heterosexuales vendiendo a sus hijos al mejor postor, prostituyendo a su prole, abusando o dejando que abusen de ellos, o simplemente tirando a los bebés a la basura porque no son deseados (el aborto y los anticonceptivos son pecado, por Dios), no me vengan a vender la moto de que hay que "orar por la familia asentada en el matrimonio entre hombre y mujer, basada en el amor inquebrantable y fiel y abierta a la vida" -palabras del cardenal Cañizares, arzobispo de Valencia-. ¡Y va el muchacho y se queda tan ancho después de soltar esta perla!. No me hallo en mi asombro.

Entiendo la postura tradicional de la iglesia católica, pero una cosa es "tradición" y otra muy diferente la estupidez y estrechez de miras. Para mí -y creo que para un montón de gente más- la familia está formada por una pareja que se quiere, y que desean tener hijos y seguir compartiendo ese amor. Da igual si son parejas homo/heterosexuales, si los hijos son naturales o adoptados, si son madres o padres (que los hay) solteros. Querer a un hijo y educarlo para que sea la mejor persona posible (aunque no siempre salga bien) es el propósito de la familia. Cuántas y cuántas de las llamadas "familias tradicionales católicas" esconden miserias de las que nadie habla: infidelidad, maltrato a la mujer, machismo exacerbado, abuso infantil, etc. Pero todo esto se queda para la confesión del domingo y los golpes de pecho.

En fin, que me parece genial que un inquisidor declare que es gay, que tiene pareja y que el celibato es inhumano y cruel. Y lo que más me ha gustado es cuando ha salido en la tele y se le ha visto la cara de enamorao a la legua.

Seguramente que si se hubiera declarado putañero o pederasta no habría pasado nada de nada. Con la iglesia hemos topado. Ahora mismo me voy a comentarlo con mis patos, a ver que piensan ellos.