martes, 7 de diciembre de 2010

¿Atención al cliente?

No me considero una persona racista: me da igual el color de la piel, el credo religioso o político o el país de donde venga una persona. Sí soy intolerante con determinados comportamientos, pero para ser un cabrón no hace falta ser de otra etnia, que en España los criamos como las cebollas: salen de la tierra. Pero últimamente no llamo a un servicio de atención al cliente de alguna compañía sin que me conteste un sudamericano. Ojo, que no tengo nada personal contra ellos: son de lo más educado: siempre "por favor", "disculpe" y el trato de usted y correcto (cosa que los españoles no hacemos ni de coña). Pero me toca los huevarios el que no tengan ni zorra idea de lo que les hablas.

Hace un mes estuve peleándome con Vodafone por problemas de ruido y cruces en el teléfono fijo (tengo ADSL con ellos y la voz va por IP a través del router). Uno de los sudamericanos que me atendió tuvo la desfachatez o la ignorancia más absoluta (me inclino por lo segundo) de decirme que mi teléfono inalámbrico tenía interferencias de la antena parabólica de mi vecino: no sabía yo que tenía el teléfono de la NASA. Menos mal que cuando me llamó el técnico, que era español, confirmó que la avería no era del router, sino del cable de Timofónica (tal y como yo sospechaba). Eso sí, se descojonó cuando le dije lo de la parabólica y me aconsejó que no me deshiciera nunca de semejante teléfono (se lo tomó tan a cachondeo como yo).

Anoche me tocó llamar a Endesa. Hubo corte del suministro eléctrico a las 12 de la noche. En circunstancias normales, me da igual, pero con una alerta amarilla por lluvias y una bomba de achique eléctrica, ya me contaréis. Me atendió una chica a la que tuve que repetirle veinte veces que vivo en el municipio de Los Barrios, en la zona de Guadacorte, provincia de Cádiz -sé que el teléfono a que llamo atiende a nivel nacional-, otras veinte la dirección, incluso tuve que deletrearle "jilgueros", porque "¿se escribe con h al principio, no?". Sí, pensé, con h de cohones, no te jode. Cuando no encontraba la dirección, se le ocurrió preguntarme mi nombre para dirigirse a mí, y me costó otros pocos intentos que me entendiera el "Reyes", que además procuro pronunciar bien, para facilitarle las cosas a los no andaluz-parlantes. A pesar de todos los esfuerzos, la chica sigue sin encontrar mi dirección. Me pide el DNI del titular o la dirección que aparece en la factura (cosa que tenía que haber hecho al principio). Cuando le doy el DNI de mi marido, resulta que Endesa engloba a Palmones y a Guadacorte en la misma zona, pone el nombre del municipio en la dirección y mi casa la tiene por el nombre de urbanización y parcela. Muy claro, diáfano: para matar al que metió los datos, despacito, para que le duela. Pues la señora va y me suelta que le estoy dando datos erróneos, a lo que le contesto que tengo Palmones a 5 kilómetros, Los Barrios a más y que ambas zonas no son municipios, sino núcleos urbanos que pertenecen a un municipio, que es distinto. ¿Creéis que se enteró? Pues va a ser que no, porque siguió hablando de que no había incidencias en Palmones. Cuando ya me tenía de los nervios, con toda la mala leche del mundo le pregunto si se ha molestado en escucharme, que no estamos en Palmones y que estamos sin luz, que incluso el alumbrado de la calle se ha ido. Me suelta con todo el automatismo del mundo que "se ha registrado mi incidencia y que se ha notificado a los técnicos para que la solucionen cuanto antes. Si en 90 minutos no se ha solucionado, ruega tome nota del número de incidencia y que vuelva a llamar y facilite ese número a quien me atienda" (fijaos si me cabreó que se me ha quedado todo lo que me dijo, yo que olvido hasta mi nombre). Me disparato, y le suelto que estamos en alerta amarilla por lluvias y que si no restablecen el suministro pronto, van a ser muchos los vecinos inundados y la denuncia que le vamos a poner a Endesa va a ser de campeonato, que vamos a interponer una demanda por lo penal (los que me conocéis sabéis que cuando me cabreo, suelto una cantidad de disparates impresionante) y otras barbaridades por el estilo, pero la chica vuelve a soltarme lo de los 90 minutos. Intento serenarme y recordar que ella sólo atiende el teléfono y que no es quien me va a arreglar la avería. Le doy las gracias de muy malos modos, y aún así me las da ella con toda la amabilidad y me desea "que pase una buena noche".

Desde luego de buena noche nada: estuve esperando a que se restableciera el suministro (media hora), me desvelé y tardé dos horas en volver a conciliar el sueño. Molestia personal aparte, también está la económica: llamas a un 902 desde el móvil (el fijo sin electricidad no funciona) que te cuesta una pasta, la que te atiende te hace esperar, bien porque no se entera o porque no se entera, y cuando vuelve el suministro, corres el riesgo de que algo se te estropee (a mi nevera se le queda pillado el motor a veces, y ya es la segunda nevera). Y yo me pregunto: ¿Eso es atender al cliente? Considero totalmente injusto que a la hora de hacer nuevos clientes todo son facilidades: mejores móviles, tarifas, servicios, lo que sea. Y a los antiguos que nos jodan. No nos premian nuestra fidelidad, nos obligan a quedarnos con ellos por un tiempo (quién no tiene algún contrato con permanencia, ya sea en el móvil, en el Plus o en la ADSL), a pagar para quejarnos, nos tratan como si fuéramos tontos y encima te ningunean. ¿Qué quieren?¿Que nos estemos cambiando constantemente de compañía de teléfonos, de electricidad, gas, seguro del coche para poder disfrutar de las ofertas? Ojalá, pero como te lo ponen tan fácil el cambiarte (me costó casi un mes el que Timofónica le diera mi número de fijo a Vodafone), vamos, como el que cambia de canal. El caso es fastidiar y recaudar, para poder decir a final de año que han obtenido tanto de beneficio, y que éste se lo repartan los mismos cabrones cebolleros de siempre. Como decía mi padre: "después de cornudo, apaleao". Así nos va.

3 comentarios:

  1. Ajú! bienvenidos al pais de la falta total de atención y servicio al cliente. Y luego se preguntan porque los Europeos ya no vienen tanto a nuestro pais, pues si no fuese por el sol, no vendría ni el más tonto. Así los holandeses nos llaman el Neanderpais. Y no hablemos de la paralisis total del país por culpa de unos cabrones controladores aereos.

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  2. Toda la razón, Lidia. Y le has dado en el clavo, si no fuera por el sol, realmente no vendría ni el más tonto.

    Hoy me acordé de tu articulo, Reyes... he llamado a Sevillana para cambiar mi cta. bancaria.... Dios, una cosa tan sencilla no pudo haber sido más liosa... y ya veremos de que cuenta van a cobrar la próxima vez.

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  3. Lo siento, María, pero no había visto tu comentario hasta hoy. Hace tiempo que no entro en el blog y esta cuenta no la tengo incluida en el "Outlook" (por llamarlo de alguna forma). Mil perdones.

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