lunes, 28 de mayo de 2012

Bomberos

Hoy he estado viendo un vídeo en Facebook. Lo ha colgado un amigo bombero, y en este vídeo se denuncia la situación precaria en la que se encuentran los bomberos de Madrid (y todos los de este país).

Los que me conocen saben cuanto me gusta bromear con el tema de bomberos y sus mangueras, que si son "el cuerpo" de los bomberos, que si voy a abrir todos los grifos a ver si nos inundamos y vienen, etc., pero hoy me voy a poner seria. Hoy quiero romper una lanza en favor de ese grupo de personas increíbles que se juegan la vida por los demás y lo consideran "su trabajo", que son capaces de tirarse horas y horas dentro de un camión, pasando frío, en pleno día de Navidad, mal comiendo a base de bocadillos y aguantando los malos humos de más de uno y una (entre los que me incluyo, por supuesto), pero que no se van hasta que el trabajo no está terminado, que siguen formándose y entrenándose para que ninguna situación les pille totalmente de sorpresa. ¡¡¡¡Y ENCIMA MAL PAGADOS!!!!. Eso sin contar la faceta solidaria de prestar sus cuerpos a calendarios varios para asociaciones múltiples, que mientras algun@s nos recreamos en lo físico, ellos piensan en el bien que puedan hacer.

Hoy le preguntaba a otro amigo bombero qué siente cuando tiene que asistir a un accidentado, o tiene que apagar un incendio, o les llaman y no saben exactamente qué se van a encontrar. Me decía que se siente estresado, porque nunca saben cómo va a ir la cosa, que en el camión va pensando en todo lo que se puede encontrar y en cómo actuar cuando lleguen. También le comenté que era un bombero experimentado, a lo que me respondió que en este trabajo, nunca se es lo bastante experimentado. Se quejaba de los novatos, de los que se piensan que por hacer un examen ya lo saben todo y no quieren escuchar a los más antiguos. Porque en este tipo de trabajo, la experiencia SÍ es un grado, o por lo menos eso pienso.

Coincido con él plenamente, porque no creo que ninguno queramos que en una situación límite venga alguien totalmente inexperto a sacarnos las castañas del fuego (muy a cuento, por cierto). Se habla de que si tiene que haber bomberos voluntarios, que así no cuestan porque no cobran. Yo, que los he visto y tenido por aquí más de una vez, no me imagino lo que nos hubiera pasado si en vez de venir un bombero en condiciones nos mandan a un voluntario. Para los que habéis tenido la suerte de no necesitar sus servicios, no habéis tenido la oportunidad de verlos trabajar, metiendo el camión por calles estrechas, de la rapidez con la que desenrollan mangueras, las conectan entre sí, las conectan al camión y se ponen manos a la obra. Todo eso bajo la lluvia, con trajes que no facilitan el movimiento, botas, cascos, la radio enganchada al hombro y no sé que más, la gente desesperada a su alrededor, entorpeciendo (y yo la primera), quejándonos por la tardanza, cuando en realidad están intentando solucionar todos los desaguisados con el mínimo personal.

Porque esa es otra: los pollos en que nos vemos por culpa de la mala gestión de politiquillos corruptos e inútiles, que se han repartido el dinerito entre ellos y que cuando te hace falta un bombero, no llaman a personal de refuerzo para no pagar horas extras. De pena, como siempre en este país. Ahora con los recortes, pues hala, más de lo mismo: mientras los politicastros están repantingados en sus poltronas, los bomberos de este país estarán jugándose la vida en incendios, accidentes de camiones con mercancías peligrosas, echando abajo cornisas y elementos ornamentales que han destrozado viento y lluvia (aparte de que están mal construidos, por supuesto, porque el dinero se lo han comido los de la poltrona), rescatando a gente en inundaciones -aquí nos sacan el agua, que no es poco-, en accidentes de tráfico y en otras muchas acciones arriesgadas, cobrando una puta mierda... pero ellos seguirán diciendo que "sólo hacen su trabajo". CON DOS COJONES.

Creo que nunca les estaré lo bastante agradecida por la infinidad de veces que nos han ayudado, no sólo con las bombas, sino con su mera presencia: el verlos aparecer nos tranquiliza, porque sabemos que estamos en buenas manos, y que alguien nos va a sacar del atolladero. No hay palabras para expresar el alivio de ver a mi camión favorito (el R-29) aparecer por la esquina, cuando los demás responsables (Ayuntamiento, MOPU y demás chusma) dan la espantada por respuesta. A todos los bomberos del parque de Guadacorte (y por extensión a los del resto del país)...

¡¡¡GRACIAS!!!



P.D.: Ahora que no llueve, si subo un gato al eucalipto que tengo en casa y no lo dejo bajar..... ¿venís los del parque de Guadacorte a bajar al gatito? :-)))

2 comentarios:

  1. Me encanta prima, que razon tienes, me he alegrado de leerte. Ya hacia muchisimo que no te leia, supongo que hasta que algo no te ha tocado las narices no te has vuelto a animar. Besitos Fani.

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    1. Pos si prima, la verdad es que hace tiempo que, aunque me han tocado los huevarios, esto ya pasa de castaño oscuro. Y ya sabes, a extenderlo. Gracias por compartirlo en Facebook. Besazo

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