miércoles, 1 de diciembre de 2010

Somos progres

Esa es la imagen de España que se ha empeñado el gobierno en exportar: somos un país de progres, ni siquiera progresistas, sólo progres, porque no tenemos la categoría suficiente para usar la palabra completa. Somos el "ejemplo de Europa", aunque ello conlleve hacer el ridículo día sí, día también. Somos los primeros en autorizar la unión de parejas del mismo sexo (no pienso llamarlo matrimonio y ahora os cuento por qué), en realizar "bautizos civiles" (otra aberración y lo mismo que antes, aplazo la explicación), en llevarnos bien con todos, de buen rollito, sin acritud. SOMOS UNA VERGÜENZA PARA EL MUNDO, y me meto en el ajo, como española que soy. Claro ejemplo es la que se ha formado con las filtraciones de Wikileaks.

Nos mangonean los americanos, los marroquíes y hasta los guerreros batutsis de África. Somos progres, y todo sea por ser los más liberales del mundo mundial. Así nos va, que no nos hace caso ni Dios. Y cuando realmente se necesita que España intervenga de forma activa (léase Sáhara), miramos para otro lado. Que los americanos quieren que se olvide que sus soldados mataron a un periodista español, no problemo. Que Marruecos quiere meterle mano al Sáhara de una vez por todas, no pasa nada, distraemos a la gente con alguna parida política y que los telediarios sólo hablen de eso. Que nos mandan presos de Guantánamo, mejor, ponemos la manita, atrincamos el dinero y todos tan panchos. Todo sea por ser los más enrollados. Me pone de los nervios.

Es como lo del matrimonio de parejas homosexuales. Soy la primera que apoya que los derechos (y obligaciones) sean iguales para una pareja, sean quienes sean los que la componen. Considero que el amor no entiende de sexos. Pero no es matrimonio, no se puede emplear la palabra etimológicamente hablando. En un lenguaje tan rico como es el español, no me explico por qué no nos inventamos una palabra que defina a todas las uniones, no sólo las hetero o las homo. Lo mismo pasa con el bautismo: es un sacramento, ligado a la religión. Ni de coña se puede hacer de forma laica. La misma leche que con lo del matrimonio. Inventemos una palabra para celebrar la inscripción de nuestro vástago en el registro civil. Lo más gracioso es que llevan al bebé con un vestido que siempre se ha llamado "de cristianar. ¿Ahora te cristiana un concejal? Tal y como está el patio, la verdad es que no tenemos mucho donde escoger: o lo hace un cura pederasta o un concejal corrupto. Así salen los niños luego, que no hay quien los gobierne. El caso es aparentar y dar un convite, que en este país la gente es muy criticona y a saber que dirán si no bautizas al niño y montas el jolgorio.

El caso es ser más liberal que nadie, en sacarnos de la manga la gilipollez más gorda, más de cara a la galería, que salga en los telediarios (da igual la cadena, pareces que estés viendo una repetición), mientras el resto de Europa, del mundo y parte del extranjero se descojona a nuestra costa. Se ríen hasta los marcianos.

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