miércoles, 21 de agosto de 2013

Si es que me buscan... (3)

Pozi, Evita, que no hay dos sin tres, pero esta vez voy a dar otro punto de vista. Os explico:

Esta mañana me han llamado los patos del lago para quejarse de que no paro de mentar sus cojones. Me han dicho que ya no van niños a corretearlos hasta que se le parten las patas; ahora la moda es atrincarlos y darles la vuelta para ver el tamaño de sus partes íntimas. Así que me han pedido que a partir de ahora diga "aparato genital de anátida de extensión de agua rodeada de tierra por todas partes" (mmmm.... me parece que le van a dar mucho por saco a los patos, que eso es mu largo de escribir). Y ya que estábamos de cháchara me han explicado que tengo el tema medio ambiental de Gibraltar muy mal enfocado y me han dado una explicación a lo que está ocurriendo en Cuernolandia.

Lo de los bloques de hormigón es para proteger a la fauna de los pescadores inquisitoriales que van a faenar. Fabiancito se ha enterado que los susodichos pescadores les dan unas palizas mortales a los pulpos, en plan marine americano: primero te pego y después te pregunto. Por desgracia, después de un par de golpes, los pulpos son incapaces de hilvanar dos palabras seguidas, y les siguen pegando, llevando al probe pulpito a la muerte. A los jurelitos y salmonetitos los llevan a las brasas o los echan en aceite caliente, como hacía Torquemada, y después los rocían con sal y limón para intentar curarles las heridas, pero no hay manera, y al final también mueren. De todo esto se ha enterao Picardín mientras realizaba una investigación seria en un bareto de La Línea. Y va a abrir una investigación a nivel europeo sobre los cerdos ibéricos de bellota, que el jamón serrano a él no le gusta (poco).

Lo de la arena era por hacer un favor a la gente de Tarifa. Amoavé, ¿no se han pasado tó el invierno quejándose de la arena? Que si bloquea la carretera, que si no se puede pasar ni con el Pajero (Mitsubishi, malpensaos). Pos nada, los llanis nos quitan la arena de encima. Y las piedras también, que desde que el tema del ladrillo se vino abajo, hay excedentes de producción, y son tan humanitarios que nos ayudan, quedándose con ello. Estaréis pensando que para construir un complejo hotelero... pues no. Es para proteger el nivel pluviométrico de Grazalema. Porque... ¿y si viene un levante malo y se lleva el peñón de vuelta a Marruecos, donde pertenece? Pues que entonces no se formarían la cantidad tan exagerada de nubes que en invierno nos dejan sin sol durante días, con esa humedad que te cala hasta los huesos, que nos tiene artríticos a media comarca y asmáticos a la otra media, y no llovería tanto en Grazalema y habría sequía. Y entonces ¿qué vas a plantar? No puedes cultivar tomates ni pimientos ni cebolla, y los bares no podrían ofrecer gazpacho, ni salmorejo ni piriñaca. ¿Y qué van a comer los animalitos de granja si no hay hierba? Adiós al pollo al ajillo, al chuletón de retinta o al solomillo de cerdo; y eso los llanitos no lo van a permitir. Es que no os enteráis que ellos comen comida española por hacernos el favor, y no porque la inglesa sea una mierda pinchá en un palo. Y no hablemos de las vides en Jerez, y ese vinito tan bueno, que ellos beben porque el agua de Gibraltar sabe raro (¿será porque los monos se mean en los tanques?).

Durante décadas los llanitos han tirado la basura al mar, pero no sólo la doméstica, sino todo tipo de residuos, con la clara intención de crear arrecifes para los pescaditos, para que éstos crezcan felices y si les sale un ojo o una cabeza de más, pues mejor, porque así ven mejor y se les pueden chupar los sesillos por partida doble. Además la basura se descompone y crea abono, y así crecen las posidonias. La que no se descompone, llega a las playas de La Línea, y de esa forma generan puestos de empleo al tener que contratar a personal con excavadoras para que quiten toda la mierda de la playa. También dejaron los barcos naufragados cargados de chatarra, para que en unos años vuelvan los del Odyssey y puedan encontrar tesoros. Ahora la basura la traen a nuestros vertederos, para que se descomponga aquí, y se cree abono para los tomatitos y los pimientos que se riegan con la lluvia de Grazalema. Si es que son ellos mu ecologistos, y nosotros mu mal pensaos, joer.

Todo esto me ha abierto los ojos, y me ha hecho mirar a los llanitos de otra manera: de reojo, que no me fío. Y ahora vas y lo tuiteas, con un par de los aparatos genitales de anátida de extensión de agua rodeada de tierra por todas partes.

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